Consejos para personas estreñidas
In Recomendaciones, Síntomas que me preocupan, Trastornos funcionales intestinales, Web: consejos y noticias para pacientes // on agosto 27th, 2015 // by ucpadmin // No hay comentarios
En pacientes estreñidos, el momento de la defecación puede ser especialmente esperado o temido. Aunque es el coloproctólogo o el digestólogo, quienes prescribirán las recomendaciones dietéticas, hábitos adecuados o medicación laxante en su caso, -ya que el estreñimiento puede manifestarse de distinto modo-, hay consejos prácticos que pueden ayudarte a conseguir una evacuación más adecuada:
Relajación: Date unos minutos de relax al despertarte, resiste la tentación de incorporarte bruscamente a los problemas del día, coger el teléfono móvil o revisar tus mensajes. Piensa en algo relajante.
Hidratación: Bebe un vaso de agua templada, agua con limón o un té nada más levantarte. Desayuna a continuación. El aparato digestivo se despierta contigo y eso ayuda a ponerlo en marcha. Bebe mucho líquido durante el día para ayudar a hidratar las heces y para que actúe la fibra que tomes con la dieta.
Dieta: Haz, salvo que te aconsejen lo contrario, una dieta rica en fibra: Los cereales, legumbres, o frutos secos son especialmente ricos en ella. también lo son las frutas (toma con piel aquellas en las que sea comestible), y las verduras. La carne y el pescado NO contienen fibra.
Acude a la llamada: Cuando sientas ganas de evacuar, y preferiblemente tras el desayuno, siéntate en el aseo, con los pies subidos a un pequeño taburete, apoya los codos en las rodillas e inclínate hacia delante; es la posición fisiológica para evacuar que perdimos cuando se inventó el inodoro. No leas o navegues por Internet. Relaja tu mente, tu abdomen y tus esfínteres y deja caer el peso sobre los codos apoyados en tus rodillas, intenta imaginar cómo se relaja el esfínter y respira profunda y tranquilamente. La compresión del abdomen y la apertura que se produce en el ángulo que forma el recto con el ano, facilitarán la evacuación.
Ejercicio físico: Es fundamental. Acostúmbrate a hacerlo a diario. Caminar, correr, nadar, ir en bicicleta, hacer aerobic o Pilates, te pueden ayudar. El yoga también puede ser muy útil, en especial la posición «Malasana»: en cuclillas con las piernas algo separadas durante unos minutos nada más levantarte.